Hace poco más de 2 meses que no escribo, usando el pretexto de que esoy muy ocupado en el trabajo. La verdad es que siempre puede uno hacerse tiempo, para cualquier cosa, sin embargo todo depende de que esá uno dispuesto a sacrificar para tener ese tiempo.
Asi que aquí estoy con algunas ideas que han rondado mi cabeza ultimamente.
Hace un par de semanas vi por enésima vez, la película «El Patriota», con Mel Gibson. Hay una escena al principio en la que Benjamin Martin, interpretado por Mel Gibson, cuando le preguntan que porque no quiere luchar, que donde están sus principios, contesta: «I’m a parent, I haven’t got the luxury of principles». «Soy padre, no puedo darme el lujo de tener principios».
¿Que tan real es esto? ¿Puede uno pasar sus principios a segundo término en alguna situación?
Yo creo que esto podría suceder, pero necesita s una situación extrema; el padre que roba un pan para darlo a sus hijos, cuando siente que no tiene opción, y otras cuestiones similares.
Hay quienes ven situaciones no éticas, y las señalan, y hay quienes las ven y voltean la mirada. ¿Este segundo caso es correcto? La persona no está cometiendo un delito según su punto de vista, pero en realidad su falta de acción puede perjudicar a otros tanto como el acto en sí. Mi abuela decía «tanto peca el que mata la vaca como el que le detiene la pata».
En que momento deja uno sus principios y en que momento los retoma? Para Benjamin Martin, la chispa se enciende con una situación extrema, matan a su segundo hijo y se llevan preso al mayor para colgarlo. Benjamín toma una decisión en fracciones de segundo y luchar por rescatar a su hijo, aún poniendo en riesgo su propia vida y la de dos hijos más, pero acababa de perder a uno de ellos.
Al final termina luchando por sus hijos y su país naciente, retomando aquellos principios que no se podía da el lujo de tener.
No estoy seguro si las situaciones extremas lo empujen a uno en un sentido u otro, y no sé como actuaría si las viviera, pero mientras eso no suceda, mis principios seguirán siendo los mismos, ya que sin ellos la convivencia en sociedad sería imposible.